Me encuentro aquí
en esta fría prisión
en este sórdido paraíso de ideales rotos
y de suspiros ahogados
en el vórtice de la nada, entre la frontera del inhóspito desierto
en la lúgubre antesala del silencio completo y de la flama de hielo
Mientras me devora la soledad, me destroza la remembranza
Y las gotas de impotencia que a manera de lluvia del cielo caen
me recuerdan que todavía el corazón late
pero no soy nada, nada...
solamente un recuerdo borroso en una noche de lluvia
y un rostro desconocido en el reflejo nocturno del océano
soy aire, infinito, vacío
soy el suspiro del deseo
papel mojado, notas disonantes
acordes sin sentido y alma sin consuelo...
soy... eternidad.