Puedo decir más cosas con los labios tan callados, pero de qué sirve decir te quiero cuando la brisa congela las noches que así tan en silencio se nos iban escapando y no creía cuando me decías que ya no estabas conmigo, tus cartas fueron testigos crueles y miserables, tus labios jueces y parte de mi prófugo desamor, así te me ibas vida, juntando las miserias, que te sirvieran en tu viaje con rumbo al destino sin mí, que te sirvan mas caricias y dieciocho "más te amo" para cuando tengas hambre, frío o ganas de gritar...

A caso no me has visto frente a ti, si es donde me he quedado, si caminé junto a tus pies en las palabras que te di, es que a caso no miraste al cielo cuando una estrella con tu beso y tu sonrisa, con tu calor yo te di, cuando dediqué un momento a la tristeza de mis días, cuando esos días no amanecían y el frío y la demencia y la ternura y los desvaríos y las niñas y las botellas y las copas y algo más, los idiotas, los cañeros, las esposas, los del día, los de la doce, los que vienen y los que nunca se van, los de allá, los de acá, los que no tienen sentido, los que lean esto y sienten que ya quieren terminar, los que te di cuando con eso te dediqué quince besos y esas lágrimas que ahora ya no paran de llegar...