Estos días que se han vuelto mezquinos del calor, de la luz; tu compañía me duele recordando los caminos y tus manos en mis manos otros días Corazón de luna azul y de alegría en aquellos veranos peregrinos nuestro abrazo en mi pecho no se enfría ni la imagen de la senda entre los pinos Te quiero por las noches estrelladas te quiero por tus ojos y tus calles te quiero por tu voz y por tu frente Te quiero por la luz de tu mirada te quiero por tus cerros y mis valles te quiero por los cinco continentes
Texto agregado el 17-01-2007, y leído por 245 visitantes. (17 votos)