|°|°|°|°|°||°|°|°|°|°||°|°|°|°|°||°|°|°| BRILLANTE
-”No todo lo que brilla es oro”.
Jah! Como si nadie fuera a darse cuenta. Claro! Porque brillan los globos de cumpleaños, cuando les derrama cocacola y los deja elevarse al sol, espejando brillantemente la refulgencias del astro.
Y no son de oro.
Los ojos del abuelo, cuando le puede regalar sus cigarros preferidos, esos que fuma en las nochecitas, brillan, incesantes, con unas pátinas feliz, sigilosamente cansadas.
Y mire si van a ser de oro!
Brillan las latas que golpean, él y otros, en la esquina de la plaza robada, donde había un monumento que, de tanto brillar, ofendió. Hasta que lo robaron. Alguien hizo el chiste, claro:
-”Ahora, brilla por su ausencia...”
Cuando los trozos de metal que golpean las latas con los bordes festoneados por cemento seco, hacen nacer brillantes chispas en la noche, su cerebro está, a esa altura, brillando. Y no es de oro.
El cemento inhalado pule el cerebro y siente que hay un festival de fuegos artificiales dentro de su cabeza.
Un combo: explosión y fogonazo, por una rapiña.
-”Vieja de mierda! No me quería dar el anillo...”
Era de oro.
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