Desde la oscuridad de mis pensamientos
guardo para usted un poco de luz...
mezclada de algo de esperanza;
¿y por qué no?, reconozco también
que guardo para usted la alegría desbocada
que rescaté de mis incontables batallas...
sólo me cabe una duda ¿Usted, Me recuerda a la hora del ocaso?
Texto agregado el 16-01-2007, y leído por 131
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