Sujeta tu mano al poder de la rosa
y consagrate a la muerte mas sutil.
Mientras el pajaro de la mañana
silba notas confusas,
recuestate en los petalos arrugados
que agonizan,
debajo de esta madrugada
anochecida.
Susurrame canciones diminutas,
deslumbrame los pies,
que apenas me sostienen,
en este combate absurdo
de miradas lejanas
jamas reconocidas.
Sujeta tu mano al poder de la rosa
y consagrate a la muerte...
Texto agregado el 16-01-2007, y leído por 147
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