Como de costumbre, la travesía estuvo amenizada con música e imágenes tridimensionales de la última festividad planetaria.
Al aproximarse la Tierra dispusieron sus pensamientos, y así su vehículo, para que las densidades que encontrasen a su paso fueran atravesadas, una a una, sin estrépito, con el acoplamiento de costumbre en vibraciones de viajes anteriores.
Las ondas que emitía el vehículo al atravesar la capa atmosférica, muy superior en densidad al espacio interestelar, podían llegar a proyectar su imagen esférica a algunos de los habitantes del globo más perceptivos, pero, a los pocos segundos elevaba su vibración hasta hacerse totalmente invisible a la vista humana.
Nave y tripulación, como un todo vivo, eran inseparables. Su mínima densidad les proporcionaba la capacidad de atravesar literalmente cualquier materia sin dejar huella.
Aterrizaron en pleno Manhattan, junto al lago artificial de un parque.
Su capacidad de visión les permitía una gama muy amplia de videncia que les daba grandes posibilidades de observación. Podían ver a los vivos y a los del otro lado.
Su misión: Acumular datos sobre cierta asamblea de jefes de estado y conducirla a sus deseos.
Guiados por las señales de una de las secretarias de los convidados, llegaron al piso 27 de un rascacielos de la isla.
Aún no había comenzado la reunión cuando entraron en la sala. Se situaron a una cierta distancia de la gran mesa de consejo y pusieron en máxima alerta todos sus sentidos de percepción.
-- Saben todos ustedes el motivo de esta junta. Saben que los medios no están enterados y, por tanto, lo que aquí vamos a deliberar será completamente secreto para el resto del mundo. —dijo el presidente de los Estados Unidos de América que, como anfitrión, dirigía la reunión.
Continuó.- Sabéis que somos visitados por humanidades de otros planetas y que no ha trascendido a la opinión pública, pero lo que no saben todavía es de la amenaza que alguna de estas humanidades nos ha lanzado.
Nuestros satélites han detectado movimientos vibratorios en los últimos meses que reciben de los impactos que los vehículos espaciales extraterrestres producen al atravesar la atmósfera, algunos de ellos fueron fotografiados. En vuestro dossier podéis ver que son esferas plateadas o brillantes, no se han podido hacer mejores fotos. Quisimos hacer un seguimiento con aviones de última generación pero perdíamos el rastro a los pocos segundos de su entrada. Eran invisibles a nuestros radares más sofisticados.
Como prueba de su amenaza, penetraron en La Casa Blanca, entrada la noche, e hicieron una visita a mi despacho oval cuando trabajaba solo. Dos guardias flanqueaban la puerta y no detectaron ninguna anomalía.
En pocos segundos sabía sus intenciones sin intermediar palabra, me mostraron una cajita que apareció sobre la mano diestra de uno de los dos visitantes de manera milagrosa, pues mientras los tuve delante no ocultaron sus manos ni nada aparentemente.
Como prueba de su poder, nos pidieron que acudiésemos a un pequeño islote del Pacífico donde existe una plataforma petrolífera de una de las compañías nuestras. Un grupo militar especial, comandado por uno de los generales más jóvenes se dirigió a la zona en helicóptero y pudieron comprobar que, en las dependencias de la plataforma, absolutamente todos los empleados habían desaparecido.
No tuvieron que buscar mucho para encontrar pruebas de su secuestro. En camarotes y otros lugares localizaron sendas notas y cartas de puño y letra que escribieron, invitados por los extraños visitantes, para que sus familias no se atemorizasen, ya que serían devueltos en el momento tuviesen la seguridad de que no iban a volver los militares. Por supuesto que todo tipo de medio de comunicación de la plataforma había quedado inhábil durante el tiempo del secuestro.
-- ¿Qué hay en esta cajita?—dijo extrayéndola de su maletín—Quisiera que todos la mirasen y sacasen sus propias conclusiones.
La cajita, de un material tan común en la Tierra como la madera de “palo santo”, pasó de mano en mano. Dada la expectación creada, los líderes políticos se arremolinaban junto a quien la tenía entre sus manos, quedaban perplejos y bastante desorientados.
Volvió a las manos del moderador y presidente del Consejo quien, mostrándola abiertamente enfatizó:
-- ¡¿Qué significa este rubí, perfectamente tallado, en forma de corazón?!
Los visitantes podían leer los pensamientos de los reunidos. Nadie quería lanzar la primera hipótesis por temor a la burla más o menos disimulada de sus colegas. Por fin, el Presidente de Rusia, abrió el diálogo.
-- De una parte nos vemos imposibilitados, con los medios disuasorios de los que disponemos, para hacer frente a estos invasores de nuestro planeta, de otra, su mensaje me parece muy directo, como que nos aman con la cualidad de la piedra preciosa. Son dos contraposiciones. De un lado la amenaza y de otro la demostración de amor, ambas en grado superlativo.
-- Lo cierto es que nunca nuestro planeta estuvo tan a merced de alguien. Ninguna potencia militar, ningún mandatario ebrio de poder pudo jamás esperar que la humanidad entera se humillase a sus pies.
¿Qué desean de nosotros, que nos muestran su capacidad de fuerza? Si tuviésemos un interlocutor... Se hace difícil comprender su mensaje... Un corazón, por muy piedra preciosa que sea, puede significar muchas cosas... ¿Y si desean cohabitar con nuestras mujeres para crear una raza paralela a la suya? – Adujo el representante británico.
-- El colazón es lojo como dlagón asiático que leplesenta sabidulía y podel, la folma de colazón indica deseo ileflenable de poseel la Tiel’la. Un colazón aldiente, apasionado y muy capaz, pues no se consigue fácilmente un lubí de ese tamaño. Cleo que selía bueno pala todos espelal otla señal y, a modo de conglatulación pala con ellos, folmal con piedlas de colol lojo glandes colazones soble glandes llanulas...
Los viajeros del espacio consideraron que era el momento, que nadie interpretaba su mensaje y tenían que actuar pronto, el tiempo apremiaba.
Alrededor de la mesa formaron un círculo con entidades espirituales que acudieron a su llamada, todas ellas comprometidas con la evolución del planeta azul.
Los seres transparentes concentraron su pensamiento en una sola idea: Transferir a los mandatarios del mundo su amor por la vida y los seres que la pueblan.
Ante los atónitos ojos del Consejo en pleno, el rubí comenzó a lanzar destellos rosados de gran intensidad y aumentó considerablemente de tamaño haciéndose vaporoso, penetrando, mediante la respiración, en los pulmones de los dirigentes que quedaron dormidos en segundos.
El mensaje llegó claro y potente a sus conciencias.
Al poco de despertar estaban estrechando manos y algunos, como el chino, se daban el gusto de abrazar al resto con efusividad. El rictus inexpresivo y frío de los altos mandatarios se trocó en expresiones infantiles de alegría por lo que todos sabían. Sin más diálogos, comprendieron el mensaje extraterreno y volvieron a sus países con un halo de santidad que chocó frontalmente con los propios colaboradores y ministros, pero su capacidad de liderazgo se impuso y de inmediato hubo reuniones al más alto nivel en todos los países, con directrices de amor y solidaridad para todos sin excepción.
El mensaje había sido comprendido.
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