Desparramar todo lo que fui en un solo intante.
Una gota dulce de piedad reciclada en tu antebrazo
y el aroma abrupto que evitó
que antes de todo
fueramos
Eclipsando los ojos al caer las ventanas
y un mediodìa de maizal y noticias viejas.
Cuando tu memoria calla, alguna aves recitan
la pena acostumbrada de recibir alagos
en el empeine de tu sábanas
Desvistete de piel y calles
aumenta las luces en el costado testigo
sin preguntarte que haremos hoy
y a esta hora
Que nada esta dicho
o mejor aun
todo lo esta, envuelto en lo que los poetas denominaron
tus cabellos
He vuelto y me observas caer como hace tiempo.
Bebiendo la sangre de antiguas promesas
virginales.
Descarnadamente
la verdad nos astilla las razones
Y ni aun despues de mi
rutinaria
esplendorosa muerte
pude ofrecerte el puñal que besaba mi victoria
En la deuda del rezo todo lo anotas
y no te engaña la palidez de mi ausencia
que roza, afortunadamente
y para todos
sobre nuestros labios de fotos imprevistas
Las llaves invisibles impregan en tus sentidos
y testifico firmemente que no he sido yo
el que te ha robado por fin
la septima
y ultima
vida.
Texto agregado el 15-01-2007, y leído por 102
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
26-01-2007
Encantador...***** nn_naturalmente
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