lanzando monedas al pozo
buscando engañar esta perogrullada
camino y camino en circulos
trazados con tintas de olvido
si de casualidad me encuentras
y sigo dormido a tus zocalos
lejos de toda esta perplejidad
que se me enjambra en el pecho
no me desveles d'esta armonia
de tan imponente lobotomia
que cuando estoy despierto
tengo que rendirle cuentas al viento
dejame tendido al regazo d'esta casta entelequia
que me arden los ojos de tanto tratar de leerte
solo me resta sentarme a orillas de tu sombra
a lanzar monedas en un pozo que esta medio lleno
o medio vacio dependiendo de la vara con que se mida
ya no me esperan en el hades
ya no me esperes consabida
ya no me queda esperanza
ya no me quedan monedas
Texto agregado el 15-01-2007, y leído por 181
visitantes. (4 votos)
ay, q seriamos los poetas sin las kimeras?
me gusta esa especie d calma dsesperada kiza fruto d la aceptación d lo imposible y del reskemor dl corazón, hay q tner cuidado con los malos fuegos vihima
es que todos le rendimos cuentas al viento. a eso le llaman vida (le llaman dios, le llaman amor, le llaman dia-a-dia). yo. yo le llamo risa. yo le llamo cuento y le llamo de prisa (pa' evitar la monotonía). oracio_roman
15-01-2007
De esta imponente lobotomía, para anestesiar al sentimiento.
Y sin monedas. Poetacacho
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