CANCIÓN 8:
Que suave tu gesto final,
que fácil al fin fue
al amarras soltar...
te fuíste como el humo,
en silencio y sin molestar,
con sonrisa leve, para despertar.

Y te siento al reir, gozar,
libre del tormento sin alegría,
volando entre nosostros,
felíz ya en tu nueva vida.
Alma, alma eterna
que has vuelto a la luz,
alma doliente que visvíste,
sufriste y atravesar tuvíste.
Mía que fuíste primera,
amaste,odiaste y la toalla tiraste...

Revisas quizás ya tus pasos
y pronto nueva niña serás,
niña que ignorante en tierras,
en aguas ahora aprenderás.
Ojos y vida que amé, a veces sin amar,
amor siempre en mi corazón,
y con el siempre estarás.


CANCIÓN 9:
Viníste de donde yo voy,
cumbre sagrada,
templo de la flor,
de intensa luz bañada.
Enviada para ayudar
a pasar una página sufriente,
del eterno comprender,
que a mi me tocaba en suerte.

Dulce sonrisa, cálida vida,
lanzas tu concentrada energía,
música de pájaros multicolor.
Ahora vuelves a tu lugar,
riendo en el espejo, donde amenudo voy...
Y te doy la ocasión de un secreto,
inexistene azar,
que por ley te debo.

Dirás que sí, o quizás ahora no,
pero tu que caminante eres,
y siempre andas, lo sabrás.
Al andar buscar, buscando una senda,
tal vez encontrar, destino final.

De donde tu vienes y vas,
caldeado lugar, montaña interior,
me gusta viajar,
subido en la mágica alfombra del amar.


CANCIÓN 10:
De vez en cuado cae una,
dorada hoja, verde pintada.
A lo lejos el eco dulce
de amigas voces,
queridas manzanas...

Gris el invierno se cierne,
sobre el fondo musical,
de mi palacio en ruinas algodonal.
Destellos, risas,
silbidos de tu amanecer,
placeres y triste dolor,
mezcla reciente
en la paleta de ayer.

Cabalgando siempre adelante,
divisando dulcineas al horizonte,
fuego interno, palpitante,
que cruje en brasas
viendo el árbol morir,
para otra vez nacer...

De tanto en tanto
está triste la mañana,
se recogen los ojos,
llorando suave el corazón.
Y enfrente las oigo caer,
bellas flores de acacias,
lentamente...,desde el mirador.


CANCION 11:
Son las campanas
que resuenan en la mente,
viniendo del corazón.
Polo norte de mi luna
que a la brújula obliga,
siempre constante de mi orientación.
Cascabel que me llama,
Veneno a veces sutíl,
difícil de abrazar.

Eres música en las esferas,
atardecer anaranjado,
embrujo soñado siempre.
Apareces en las esquinas,
y te busco inconsciente...
Luego te ocultas
y hago como que no te veo,
pero vuelve tu aleteo
a sonar por las noches,
en el sonámbulo paseo.

Volver, volver una y otra vez
a soñar despierto,
suspirar a favor o contracorriente.
Saber que tu nieve me llama,
cascabeles, campanas,
de Febrero, almendros en flor,
siempre por las mañanas.


CANCIÓN 12:
Me gusta el silencio
del negro estrellado,
el perfume callado
del inmenso mar ondulado.

Eres niña alegre
envuelta en mil capas,
en mis ojos cebolla,
alma, bella nácar sonriente.
Y vuelvo una y otra vez,
a ti reverente, adorador sincero,
a tus ojos calientes,
bajo el velo sugeridor.

Me gusta si me mientes
y luego te descubro,
en la miel de tus nubes
me refugio del miedo,
y caliento mi sol
como niño pequeño.
Respiro el aire puro
sin gota de contaminacion,
cálido invernadero,
humedo baño de vapor.

Me gustas por tu llama
en leve resplandor,
me hablas en silencio
y te escucho con pasión.
Susurras en mis labios
mil cuentos estrellados,
que se derriten poco a poco,
abriendo mis manos
suavemente, a la luz del corazón.


mmardic.
....Continuarán las veinte canciones de amor y un poema desesperado.