en la noche que espolvoreaba sus cuerpos alados, se despidieron con el olor de sus pétalos eliminados. dejando atrás, la pocilga en llanto. perfeccionando su lluvia de lágrimas en el invierno suicida.

retiraron sus almas de la incubadora desvaneciente. curando sus caricias con la mañana interminable. luciérnagas incandescentes llenando el vacío del cielo oscuro. ventisca con anémonas enamoradas. vestidas de incongruencias, extrañaron el aliento compartido.

armonizaron su entrelazamiento, inhalando las cenizas de sus labios, escucharon su ceguedad. soplando aire acondicionado en el mausoleo de sus latidos. exoesqueleto de murmuros perfectos. silencio arpa bajo los velos cristalinos. aguantando la corriente de una memoria oxidada, regaron el mundo de los muertos con besos envenenados.

bajando por las escaleras de su infarto, emanando con la boca del castigador. sulfurando su amalgama, cada vez más doloroso.., cada vez más doloroso.. esperando que sus manos se derritieran, encerraron su respiro en el recuerdo prohibido. brotaron de la saliva del escandinavo negro, inmenso en tortura y destino.
encerrando la burbuja enamorada. congelando las telarañas luminosas de su copo de nieve.
amando el corazón guillotinado en las fauces de lo tenebroso. dos luces extinguidas en las nubes partidas.

el eco de hoz lamió su ser. desplomando las plumas de sus ojos, eyaculando belleza en el último segundo de sus vidas.

el cincel tatuó sus cadenas separadas, extinguiendo las miradas pálidas en el infierno. las sierras eléctricas penetrando el alzheimer en los déjà-vues fallecidos. sutilmente encantando la canción de romeo y julieta. perfumando el pasillo de cicatrices.
susurrando en la cuna de mutilaciones, los ojos cansados dejaban de pelear.. inmortalizando su constelación.. diciendo adiós..

disfrutando el segundo infinito, la sombra renunció a aparecer. hiedra envenando la ternura descuartizada en el otro lado. olvido mañana despierta con una carta no asesinada.

destellaron con su condena en las cavernas laberinto. sulfurando su vida finalmente. entendieron gravedad y su post amnesia. embotellando su corazón y sus labios en lo único restante de su pulso. letras ensangrentadas en tristeza. -soy yo. soy tú.

parpadeando eternamente, escondieron su odio en su aurora y dejaron florecer en sus tumbas.