El regocijo era el inseparable cómplice de aquella jovencita que platicaba sin cesar con su hermana mayor.
-¡Uyyy, me siento bien porque ayer hice feliz a otra persona que necesitaba mi ayuda!- Recurrieron a mi, como casi siempre lo hacen y evité que alguien resultare lastimada-
-Un día de estos pasará lo peor, como constantemente pasa y no podrás apoyarte más en mi y causarás un caos total, aunque el trastorno de la personalidad es nuestra especialidad. Nunca nos detendremos ante la tentación que nos persigue-
-No Chica, ¿Por qué te quejas mi hermana?, si lo que hago es por invocación de los demás, además si se hace daño es porque siempre estamos presente en todas las personas,...digo,....¡En la mayoría!-quien hablaba era la mentira piadosa
-Pero,... Yo soy necesaria aún por encima de la invocación, muchas veces por necedad, otras por obligación y la mayoría de ellas, por rutina, yo diría por mala costumbre. ¡Vivo hasta que me visita una señora oportuna y espontánea llamada verdad!- quien respondía era la odiosa mentira.
La mentira piadosa dialogaba abiertamente con la odiosa mentira, pero ¿No pugnaban acaso o tan solo se reprendían ambas?.
-Es humano mentir y alguien debería hacerlo, porque evitamos herir susceptibilidades, propiciamos independencia, alimentamos fantasías, en fin hasta entretenemos y divertimos gratis. Yo, como piadosa al fin, resguardo la paz y tranquilidad en muchas personas y aderezo la calma como bien se distingue. No duermo ni doy tregua. Hasta los mismos padres me demandan cuando quieren inculcarles valores a sus propios hijos hablándoles como redentoras de propiedad, cuando un niño comienza a reconocer la vida y quiere por instinto impresionarme. La enseñanza del papá o de la mamá es disfrazarme de muñeco de madera y hacerme crecer la nariz. Eso me indigna , pero por otro lado, me endereza y de orgullo me plena, porque me hace sentir indispensable. enseñándoles con una mentira a no decir mentiras-
-Tienes mucha razón, pero es tan solo un minúsculo de juicio el que te sustenta, porque a mi me han demandado para iniciar guerras, para continuarlas y terminarlas e incluso para preparar la destrucción humana haciendo de la muerte y el dolor, un perfecto estuche macabro donde se esconden los verdaderos comerciantes de la vida. He empobrecido y enriquecido a mucha gente sin pudor y sin escrúpulos. Juego con los sentimientos y no me importa para nada el amor. La vida me es indiferente y no necesito descanso, pues disfruto de una imagen eterna que me respalda- la mentira no escondía su morriña descollando toda su sapiencia. -No debemos quejarnos tanto, sino agradecer a Dios por ser tan perfecto, pues nos dió protagonismo al colocarnos en presencia de la vida misma.-
-Bueno hermanita, después seguimos hablando, porque ya viene la fulana esa apartando todo a su paso y no quiero tropezarme más con ella-
La verdad entraba garbosa y espontánea hasta la alcoba de nuestros días dejando atrás a la odiosa mentira y a la mentira piadosa con su resabio sobrando.
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