Somos almas que perdieron su cuerpo en el trancurso de un romance nocturno, por la obra de un extasis, por la mano de una catarsis que nos arranco un grito de pasion desbordada, estamos desnudos en las noche gelida, solo vivimos del recuerdo de la noche perversa en que toda la pasion del mundo nos fue dada sin contemplacion, en que, desnudos, como ahora lo estamos, en la alcoba sin mirarnos la fe ni los repudios, en que sin raza ni credo ni dios, entregamos lo mejor de nosotros al que nos hizo latir el corazon.
Somos nosotras, las luciernagas de Aviñon, las que fueron abogados llenos de rutina, monjas llenas de frustracion, y politicos llenos de basura, fuimos humanos antes de ver el cielo en un cuarto de hotel, de encontrar a dios en una esquina de la calle Muriel, y descubrir a Dios por conducto de una buena dosis de Anfetaminas, somos luces que brillan como estrellas en el firmamento, como fuegos fatuos que vagan por los cementerios paganos, buscando los cuerpos que en un santificado orgasmo, abandonamos a la voluntad de sepultureros y taxidermistas ateos, que simplemente dijeron "este es un cuerpo frio y sin vida, enterremoslo".
Nosotros somos el amor, mas alla del bien y del mal, nosotros somos lo que seras si encuentras a alguien a quien entregarte sin ambicion y sin prejuicios...
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