Llegare como no podrias esperarlo, siempre te mirare cuando estes dormida, cuando desnuda te postres en tu talamo queriendo recordar a los que te besaron los labios y ellos no sintieron nada que se llamara pasion, yo sere tu serafin, tu arcangel y tu demonio, yo fui y soy, y tambien sere, aun despues de mi partida, el que santifique tu nombre, y el que te anhele inevitablemente cuando este moribundo en el crepusculo de cada dia, si no, no podre agonizar, soñar y revivir todo por tu mano omnipotente, tu mi divina potestad terrena e inmaculda.
Cuando quieras ouna caricia, abre las ventanas, e invitame a entrar a tus aposentos, y avergonzado de mi impudica necesidad de verte, entrare gustoso, y ahi te tocare el cabello, ahi te recitare un poema al oido, uno que me dijo el ruiseñor y otro el petirrojo, te dire el murmullo de los demonios de la noche del verano plutonico, que me sentencian inevitablemente a jurarte lealtad y ha brindarte aliento, a poseerte como un servidor del señor del doloroso tormento.
que raro es haberme obsesionado contigo, que triste es que no me veas como yo a ti, y que miserable es sentir estos celos demoniacos y que tu sigas coqueteando con los pretendientes `delante mia, como poder volverse una temible temepestad, para destruir sin misericordia a aquellos que no te amaran como yo, el hijo de Eolo, el viento de la noche que lleva el rocio a traves de los prados de Edimburgo.
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