TEATRO PARA LEER

“EL SR. INCANDELA”

Asombroso drama pasional, en el interior de un refinado establecimiento gastronòmico de Vigo.

PERSONAJES: Los que vayan saliendo.
DECORADO: Varias mesas desordenadas con sus correspondientes sillas, mostrador con vitrina para sándwiches, puerta vaivén a la derecha, retrato del Rey Juan Carlos y otro del Celta de Vigo colgados de la pared.
Al levantarse el telón, se observa que es la primera hora de la mañana y a un veterano camarero realizando las tareas de limpieza. Inmediatamente la puerta vaivén, hace vaivén e ingresa el Sr. Incandela, elegante caballero de aspecto sudamericano, de traje de lino beige, camisa celeste y corbata al tono, pero prestada. Se sienta y de reojo observa cuanta gente hay en el teatro.

CAMARERO: Caballero. el bar abre en 25 minutos-
SR. INCANDELA: Bueno. Esperaré aquí.
CAMARERO: Esta bien. ¿Quiere tomar algo mientras espera?
SR. INCANDELA: Si por favor, sírvame un café con leche y un sándwich de jamón y queso, en pan francés. Lo quiero sin corteza. Ah… y por favor me lo corta al medio.-
CAMARERO: Oiga usted (pensativo) si no lo corto al medio ¿como le pongo el fiambre?-
SR. INCANDELA: El corte que le pido, es transversal-
CAMARERO: Ah…transversal, ¿es usted ingeniero?-

En ese preciso instante, vuelve a agitarse la puerta vaivén y hace su entrada una gafoza mujer. Se trata de la Sra. Clarita. Una mujer nerviosa y alarmada como casi todas, pero esta, actúa bien y cobra por ello.

SRA. CLARITA: Mi amor…mi amor. Mi marido descubrió lo nuestro y viene tras de mi para matarnos.-
CAMARERO: Bueno caballero, en ese caso prefiero cobrarle por adelantado.-
SR. INCANDELA: Usted aguarde un momento. La Sra. también va a desayunar. Sírvale lo mismo que a mí-
CAMARERO: Sra. su sándwich ¿también lo quiere sin corteza?-
SRA. CLARITA: No. Al mío póngale un poquito-
SR. INCANDELA: Tu marido ¿seria capaz de matarme? ¿Cuanto tardara en llegar?-
SRA. CLARITA: Se demoro cargando su viejo pistolon, pero llegara en cualquier momento. El juró que nos matara a los dos. Ni siquiera tenemos tiempo para fugarnos, solo te tomaré de las manos mi amor y te diré nuevamente cuanto te amo-
CAMARERO: Permiso, permiso...aquí esta el pedido, quiten las manos del centro de la mesa, coño.-

En ese momento se oye una frenada ensordecedora y un portazo de automóvil. Los cuerpos de los amantes quedan inmóviles, las manos se vuelven a sujetar con mayor firmeza mientras se miran a los ojos. Hasta el Rey Juan Carlos parece asustado, pero no, el nunca puede asustarse, por algo es el Rey.
Se abren las puertas con mayor violencia que nunca, pero no, no es el traicionado esposo, es el proveedor de pan.

EL PANADERO: Buen dia Manolo, aquí le traigo el pedido. No hay caso con el pan árabe no le encuentro la vuelta.
CAMARERO: Y al francés tampoco. Aparte ahora lo quieren transversal-
EL PANADERO: Bueno eso ya es rarísimo y no tengo idea como hacerlo. Adiós, que me atraso con los pedidos-
SR. INCANDELA: ¡Momentito!, ¡Momentito!, Sr. Panadero. Este pan, es incomible. Póngase usted aquí en mi lugar. Siéntese venga…venga, así, muy bien, como si usted fuera el cliente y dígame mientras yo me pongo de pie, si se puede comer ese pan. Mastique hombre, mastique, si le aguanta la dentadura-

Pero nuevamente la puerta. En esta oportunidad se abre sigilosamente para dar paso a un gran pistolon con el marido atrás que lo sujeta. Hace cara de marido engañado mientras se distrae un momento observando la increíble ausencia de Javi González entre los jugadores del Celta de Vigo, pero con paso vacilante se dirige hacia la mesa con todo el aborrecimiento posible y efectuando varios disparos, asesina a su mujer y al hombre que la acompaña, o sea el panadero. Luego se dispara cerca de la sien y se desploma contra la vaivén que se hace giratoria. Un ayudante la sujeta pero no se alcanza a ver desde la platea.
Desde el piso y moribunda la Sra. Clarita dirige una ultima y enamorada mirada a el Sr. Incandela.

SRA. CLARITA: Mi amor...mi amor, has conservado tu vida. Eres tan astuto. Se que habrías salvado las dos, pero no pudiste, no pudiste mi amor…mi héroe...-
SR. INCANDELA: Es fácil morir por una mujer; lo difícil es vivir con ella.
CAMARERO: : Tan dificil como conseguir un buen panadero. Bueno permítame que ordene un poco esto, abro el bar y le preparo un sándwiches como usted se merece.-


CAE EL TELON