Siento que da vuelcos.

Un día fantástico, nunca mejor dicho pues me alimento de fantasía característica de niña perdida.

Da vuelcos.

Doy vuelcos.

¿Dónde se quedó mi estabilidad sentimental?, creo que por el camino, que sé yo… se debió dejar caer por Ciudad Real.


Tú. Yo.


Un nosotros de persistente presencia ausente.



Da vuelcos, como ayer.

Creí que expiraba.

Segregé lágrimas ácidas; despotriqué con palabras mudas al no saber ni qué decir; se apoderó de mí una arcada agonizante que comprimía mi pecho y mi garganta, que dejaba que mi aorta ensanchara al paso fugaz de mi sangre histérica; me vomité mentiras:

“no me escribas”

“no me quieras más”
…


Intenté hacerme creer que terminaría creyéndome mis embusteras palabras.

Llegué a pensar que mi ausencia obligada te haría desesperar, que….

…no sé….

Llegué a pensar tanto, a llorar tanto, a vomitarme tanto… que me di cuenta que hay un Yo obscuro dentro de mí: aquel que me miente; que me tienta a lo fácil, a lo que no anhelo; que es cobarde y quiere huir por el atajo… que es ruín y pasivo…

La putrefacción de mi ser.
………



En batalla viéronse los dos: el obscuro y mi Yo arcoiris.

Finalmente…
los colores fundierónse todos
y ni obscuros ni chillones.


Nuevas gamas.
Nuevos sentimientos.
Renovada yo.




Somos:


Dolor.


Inocencia.



Llantos.



Felicidad.



Desesperación.



Ausencia.





Anhelo.




Empeño.



Amor.



Odio.



Pasión.



Euforia.



Espera nza.



Distancia.



Espasmos



Orgasmos



Carretera y manta.




Mi equilibrio de libra.




Y ante todo …

un MAÑANA.