Llevo tu abrazo
colgando en mi costado,
susurrando silencios.
Sucia y sombría carencia
me salpica heroicamente,
en los dias de tormenta.
Cándidamente
me sostengo a mi misma,
frente a un rosal seco
que suspira pimpollos
que ya no existen.
Soy una inmensa morada
deshabitada,
un bostezo de dientes apretados
en el ardor de la madrugada,
cortada,
ajena.
Mal dibujada
en las paredes que gritan
su memoria agria.
Texto agregado el 11-01-2007, y leído por 169
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
17-01-2007
MUY BUENO***** hearty
11-01-2007
Que lindo escrito, sencillo pero muy profundo me gustó zarsas