Deslumbrada, te veo hacer planes de boda con otra mujer en la cocina de tu casa.
Estás ojeroso, y me pides las llaves del auto de mamá para moverlo. Podría amarte.
Por la confianza con que pides las cosas, la naturalidad de mi amistad con tus padres, la lata que me da tu novia. Deslumbrada deseo esos planes para mi, para un nosotros si en la tierra cabe.
Ojalá te arrepintieras, jugar a conquistarte sería lo máximo.
Pero estás bajo los ardides del sexo.
Y no puedo competir, aunque ganas no me falten.
Me encantas. Tú. Tu formación correcta. Tu familia que veo en sueños. Tu posible fracaso con la interesada de tu novia. Ya veremos quien ríe al último. Me siento justamente perversa.