Un pueblo que no lee no puede tener noción de lo que es literatura, tomará cualquier cosa por tal, con tal de que esté escrito. Pero la literatura existe y es una cumbre, es una cumbre inexplicable por todos reconocible.

Para poder apreciar, más bien sentir, esa cumbre hace falta silencio. Porque la literatura es silenciosa, pero por todos reconocible.

El lenguaje común, por otro lado, es un bullicio que se solidifica en algunos individuos haciéndolos incapaces de abrir dentro de sí un espacio para el silencio. Si acaso lo abren la literatura les duele porque contradice todo ese bullicio… sienten que se les trastoca valores o nociones firmemente arraigadas mediante las cuales ellos se presentan como personalidad ante el bullicio, en el bullicio. El bullicio apersonaliza, no tiene otro objetivo o consecuencia que el de crear una noción común de gente; noción común de gente en la cual sólo podemos ser más o menos.

La literatura está fuera de todo ello y por eso se aferra al alma de algún o algunos personajes cuyas almas poseen visos de seren verdaderas… y las consecuencias.
(Las verdaderas obras literarias aportan luz, sin embargo es muy difícil no caer en el fatalismo)

¿Puede un pueblo saltar del fango a las cumbres? Me temo que no – (estoy en un país en donde en las calles se vende pornografía infantil con el título de “¡Qué Vacilón!”, y parece que se vende) – Se necesitan lenguajes graduales, los cuales no serán nunca, en un comienzo, literatura. Sin un lenguaje gradual nunca habrá noción de lo que es literatura en el sitio en donde estoy. Por lo tanto la literatura debe ser aquí un futuro descubrimiento, un engendramiento gradual, hasta que aparezca la noción, la sospecha, la intuición de que hay una cumbre que puede ser alcanzada – El bullicio es una interferencia y a la vez es un modo de vida que no acepta nada que no sea esa interferencia – La cumbre de la literatura es una proposición de la existencia, no me refiero a la literatura como colección de nombres… al hablar de literatura quizás ni siquiera estoy hablando de libros, ni de obras…