Amanecer voluptuoso en amargura temprana
El color de la muerte no me basta
Mis manos congeladas atrapan el viento
Y en la desnudez tibia aparezco
Ya sea en la quietud heredada de la noche
O entre la sombra fina del diablo
En los prismas del sabor temido
Evito los colores de la roja sangre
Mi voz suave pero tan penetrante
Deja espacios estrechos y oscuros
La luz condensada como el odio
Siempre añejo y mal contenido
Apenas alumbra con su fase roja
Los rincones dolidos y amados
Es luz de sangre ondeante
De un corazón hecho símbolo y altar
Como el beso de amanecida
Que se tiene y te despierta
Y el la inmensidad solo se recuerda
Desconecto el sentimiento sensato
Absuelvo a la razón más pura
Que traiciona de vez en cuando
Y hoy que lloro cenizas abruptas
Afino la alegría más sonora
Así, abro los deseos a un espacio impensado
Como el áspero paso que debo pagar a veces
Levanto algún polvo molesto y sin vida
! Sueños míos ¡les cambio mi vida, o se las doy
Que llegando al límite callado que observa
Me lanzo en alas a devorar las noches
¡Ven oleaje! desde lejos… ¡te conozco!
Amiga dulce quiero dormir contigo
¡Y Tu! sombra mal intencionada
Tendrás que perderte entre tanto desvelo
Oigo cada vez más cerca el oleaje
De ese mar irreverente, a veces sucio, a veces limpio
Golpea mi pecho, se lleva mi respiración
En aquella costa lejana y fría tú duermes
Yo desde aquí con mis lunas te alumbro un sueño
Ya no te puedo besar o tocar
Pero por cada noche que pasa y te ve dormir
En este lugar se revelan misterios
Los descifro durante el invierno
Para que cuando despiertes me sigas amando.
Texto agregado el 10-01-2007, y leído por 119
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