Conferencia simultánea
(a Consuelo y Aura o viceversa)
Que sueño hecho realidad es este, tenerlas a ambas, saberme querido y amado y viceversa. Me exhibo coqueto como soy en la ventanita del messenger y la tecnología trabaja en mi favor. Hablo de ti contigo y viceversa y ambas lo soportan y me soportan. Sólo nos queda que ustedes se den espacio. Si yo me entrego por igual, ¿es mucho demandar igual tolerancia entre ustedes? No es posible que se nieguen la existencia, que se encierren, se borren, se anulen, se baneen.
No es una metáfora, pero para mí ustedes son una sola, mientras a ti te arreglo el cabello, a ella la despeino, la demando, le exijo llevarme en su grupa y me afirmo a su crin enervada, llena de amor, de furia, de celos, de lava hirviente que devora, duele y deja marca. Pero es fácil. No oculto el dolor ni la confusión ni la cicatriz, y tu me ves y sabes, intuyes que segundos antes estuve con ella. La amé así como ahora te amo a ti. No es complicado. No se requieren terapias, ni especialistas ni mediadores. Sólo aceptación de si mismo y de la otra, pues como dice mi Neruda “Pero si ya pagamos nuestros pasajes en este mundo
por qué, por qué no nos dejan sentarnos y comer?” Todos tenemos derecho y ambas tienen derechos sobre mí y sobre la vida toda. Pues, sépanlo, no soy ni el camino, ni la verdad, ni la vida. Sólo soy esa mano que exhibo en cámara, que anuncia caricias muy pero muy futuras, una mano sin castigos, sin pellizcos no solicitados, una mano que para ustedes no es puño, pero sí letra. Una mano que desnuda y transporta en vuelo donde quieran ir. Juntas.
Que sueño hecho realidad sería hacerles el amor en el mismo lecho y el mismo siglo, eterno en la caricia, el sudor de tu cuello o el aroma a madera que desprende tu piel antigua, que cubre tus aún jóvenes pechos, escuchar de los mismos labios y al unísono, los quejidos de placer y las palabras dulces de ella y en esto no hay viceversa. Que utopía sagrada despertar entre tus brazos y alimentarnos del pan que ella elaboró de madrugada, hacerle un espacio en su propia cama y amarnos, o solamente contemplarnos, aceptarnos. Preguntarnos unos a otros la opinión sobre un verso, una palabra de esas que siempre me obligas a recurrir a la Academia de la Lengua, pues es la lengua la que nos unió, la palabra. Entonces, ¿por qué silenciarla? Por que andar con el corrector líquido en el bolsillo como una mordaza, eliminando vestigios de esas hileras de puntos tan de ella, cubriendo con pintura sus graffitis de letras, para no espantar. Eso me espanta. Déjate de censurar sus emoticones eróticos, y tú, soporta un poco el temor que despiertas en ella, ponte en su lugar. Somos sólo palabra y tiempo que se acaba. No sabemos hasta cuándo tengamos el servidor a nuestra disposición y tal vez nunca volvamos a conectarnos. Y ya será tarde.
¿Quieres?
Hazlo por mí. Dale libertad de ser sin censura, que me ame como ella lo puede hacer. Ella no interfiere con tu amor, y sí, es cierto que la amo más a ella que a ti, pero las necesito a ambas, pues ustedes se necesitan más que yo a ustedes, pero juntas. Unidas por un guión bajo que las vincula y las deja leer por separado. Consuelo_Aura o Aura_Consuelo. ¿Por qué no? Yo puedo ser ese guión bajo, he sido muso, he sido musgo. Dame y denme esa mágica posibilidad.
Suyos
NeweN
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