Siento tu piel en la oscuridad, tu pecho latiendo, tus labios. Cierro los ojos para mantener la ilusión de tu cuerpo, cerca... Mis manos dibujan el contorno de tu cintura y mi piel se eriza con la evocación del encuentro. Mi boca tiene el sabor de tu boca, y sin tenerte me lleno de tí. Las noches en soledad son más largas cuando la ausencia se sabe y se bebe en tragos largos, cuando la necesidad y las ganas sueñan en alcohol lo que los labios callan. Irene Vilches Canalejo
Texto agregado el 08-01-2007, y leído por 123 visitantes. (3 votos)