Antes de que sus lentes oscuros hicieran juego con su voz, dio cuenta que podía hacer uso de su normalidad de una forma sorprendente, absorbió su respiración con violencia y lleno su boca de saliva para luego transformarla en escupo. Todos en ese lugar quedaron sorprendidos y un muchacho que lo acompañaba le respetó que escupiera al cielo y que en un dos por tres volviera a caer a su boca haciéndolo desaparecer en su garganta.
-¿Cuál es tu nombre Chico?- pregunto masticando el monóxido de carbono que le había traído de vuelta su saliva desde el cielo.
-...Nos han cambiado la esencia, el valor de las cosas- pronunció con ironía al ver que el chico de pantalones de tela amasada colocaba sus gafas oscuras también, delante de su vista.
-Para mí puede ser normal lo que me acabas de decir, pero ¿qué es de aquellos que respiran por la tierra y no se han permitido saber que el don esta en la proximidad que tiene el universo con los que se arrastran?-
¡Incrédulo!, Pensó el personaje de orejas grandes, al parecer él es el que todos llamaran el nuevo sabio, ser, persona, sujeto, prospecto alternativo que dará a los ritos la cabellera para poderse peinar.
-Me presento- con una sonrisa melodiosa que denotaba alma el anunció al muchacho- mi nombre, yo soy...
-Si, lo sé, el autentico, ggggguuuaaauu, pensé que nunca lo dirías, pensé que el ego era solo de los débiles-
Quien no más débil que yo Guiñeitor, perdón. Yo soy guiñeitor. Con minúsculas todas.
-Es un gusto para mi Guiñeitor el poder conocerte tan de cerca- dijo el muchacho, en el momento que dio un grito poderoso para decir: “Y yo soy Chulinmeidem”.
El mundo en un instante quedo en silencio, las constelaciones sacaron a pasear centauros, ángeles, los mares prometieron que todos los salvavidas que podían tener vacaciones indefinidas, en la tierra floreció en los árboles dinero y todos quedaron Plop.
Que aspecto más innovador se produjo en ese idilio de palabras, correspondieron las sonrisas a la gente común y todo pareció volverse aun más sórdido y más quebradizo. La vida en este lugar desde ahí nunca fue igual.
-¿Te imaginas como nos envidian los terrestres?, Porque nosotros ya no somos de esa alcurnia pragmática y encastilladora que pretendieron hacernos dar a entender y que nosotros, tu y yo y tantos mas se pasaron por el culo. Ooohhhh que feliz estoy de poder conocerte chico de los pantalones amasados, jajajaj, vamos a tomarnos unos tragos como diría mi comandante- entre carcajadas Guiñeitor hacia referencia a esos días en el planeta llamado tierra.
Realmente no tengo claro si se le había cambiado el nombre a ese lugar y seguían ahí o estaban en otro lugar espacio tiempo, que en la lógica, también podríamos decir que es la tierra, ya que el lenguaje humano en sí sustenta los parámetros de esa renombrada esfera.
Hubo un silencio espeso en la atmósfera, o en lo que haya sido, los dos personaje se miraron entre los cristales de sus lentes y de lo primero que se dieron cuenta fue de que no existía luz, para contrarrestar el cuestionamiento de que si existía energía, al unísono se escupieron las caras y explotaron en carcajadas (una manera de decir, lo de explotar).
-¿Y que sucedió con la exquisita América?- pregunto el joven chulinmeidem
-Jajajajajajajajajajajajajaj, que buena broma, y que paso con nuestra amada América de los unidos?, jajajajajajajajajaj, que buena broma.
-Si muy buena, me la contó un ladrón de ese lugar, una vez en que correteábamos en el banco de la plaza que quedaba muy cerca de mi casa.
Una vez llevé una revolver a la escuela, justo para el día de aniversario de esta y pasado un rato el compañero mas desordenado de la escuela me lo vio y me lo sacó de las manos diciéndome: de ahí se lo traigo compadre. Luego de haber intimidado a medio colegio me lo devolvió, pero justo el inspector se dio cuenta que me lo entregaba y que era mío. “¿Que tiene ahí Chulinmeidem?; nada señor; Vamos acompáñeme iremos a su casa que necesito hablar con sus padres. En el camino él pensó que le pondría un balazo...
-¿Y fue así?- preguntó Guiñeitor, el rey de la ruleta Rusa.
-No, lo invite a tomar con mis amigos al banco de la plaza y a escuchar a Lou Reed, para que conociera de que se trata la vida. Esa noche todos nos colocamos lentes oscuros y supimos que la vida no es la construcción de dogmas, de poderes, de objetividad y nos dijo algo que nunca se me va a olvidar: “ Guiñeitor la lleva y Chulinmeidem la goza”.
-Mas claro que el agua, como diría un experto. Más liviano que todo lo que se pretenda liviano y más poderoso que nada o que la nada.
|