Noche oscura.
Mis ojos no te ven.
Mis oídos no te escuchan.
Tan solo te imagino,
te presiento,
silente,
llegando a mi.
Acercándote,
acercándonos.
Cautelosa y bella
en discretos pasos.

Te reconozco sin mirarte.
En la atmósfera flotando,
tu aroma.
A respirarte me atrevo,
empiezo a sentirte,
vas entrando en mi.

Sin previo aviso,
tus manos tibias se posan
en mi fría piel
Me estremezco.
Tiemblo.
Sé que las conozco.
Sé que me conocen.

Manos que curiosas,
se transforman en caricias.
Devorando la piel,
inventándose rutas,
a mis ansias.

La respiración agitada,
invitando a tu boca,
que se una a la mía.

Ahogando gemidos.
Acrecentando el deseo.

El sudor me cubre,
mi entrega a tu cuerpo,
ya llega.