Acontece repentinamente la caída del tiempo.
El tiempo medido por su altura es de caída
Estrepitosa.
El tiempo medido por su prolongación
Sobre nosotros, es de caída acelerada
Por lo que impera sobre nosotros
Pues es sobre quien ejerce su longevidad
Se acelera su paso desde nuestra vejez
El tiempo es bueno para los satisfechos
Es malo para los necesitados
En cualquier caso, el tiempo es,
Unas veces querido cuando se para
Y odiado estando igual.
Tal vez nosotros y nuestras circunstancias,
Nuestra belleza interna o lo deplorable
De nuestros actos sean realmente
El factor que marca el tiempo.
Es imprescindible para que las cosas sean así,
Que nosotros creamos que somos participes
Del transcurso de ese tiempo que necesitamos
Administrar dentro nuestra para creer en
Su virtud.
Aguadulce, enero de 2007
José María de Benito
Texto agregado el 07-01-2007, y leído por 147
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
07-01-2007
Me ha puesto a pensar...me ha gustado ***** Debbie
07-01-2007
algunos dicen que el tiempo no existe, solo es una ilusión nuestra. Muy bien José sigue en la senda de las letras
criticoaspero
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