Sentado en este banco, arrebujado en mi chaqueta descarnadamente insuficiente para este frío; con la luz anaranjada que dan estas luminarias… Tan irreal; observo a la gente pasar. Son sombras, nadie existe del todo; son atisbos aparentes; guiños de una luz engañosa que alguien maneja a su antojo. Se me viene a la cabeza Platón, La República y los reflejos del mito de la caverna…hace tanto tiempo…

Un mendigo, borracho, cruza la avenida mientras enciende un cigarrillo. No se ha preocupado de echar un vistazo a la intensa circulación. Se encara pendenciero mas tarde a los coches que lo esquivan sin aminorar la marcha. Él no se da cuenta, su destino es estar en este espacio; como mucho, llegar a la acera contraria; saltando los setos de separación entre carriles.

En otra dimensión, seguro que ya hubiese sido arrollado; sin duda quedaría destrozado. A lo mejor hasta yo me levanto en ese rizo dimensional y voy hacia el… y le sostengo la cabeza con cuidado, mientras me empapa de su sangre que huele a vino barato y me dedica ilusionado y agradecido su último suspiro.

Quizás en otro sitio cosmológicamente más lejano, con más cantidad de anchos, largos y fondos me hubiese levantado antes, cuando lo he visto lanzarse al tráfico infernal de siluetas vertiginosas. Y hubiese sido yo el atropellado. El me habría mirado con mirada burlona y simpática; desde muy atrás de las mugrientas solapas de su abrigo mientras seguía su camino; en busca del penúltimo bar donde no reserven el derecho de admisión.

Puede que haya alguna asociación de materia, tan distante que ni podamos pensarlo, un reflejo distante detrás de infinitos agujeros negros…en el que consiga esquivar el toyota azul, o el a mi…y derribar al desgraciado justo antes de que sea embestido por el descapotable rojo.

Hasta es posible que exista un extrarradio, fuera de los confines de lo que llamamos creación, donde el pueda cruzar tranquilo, donde no exista la velocidad y todos los bares estén abiertos.

Pero lo cierto es que lo atropelló una ambulancia, solo fue un frenazo y un golpe seco… y yo ni me he movido. Creo que estamos en el lado equivocado.




DIARIO LA RIOJA, 10-02-2004
ESPAÑA.

Muere de frío un bebé abandonado en plena calle dentro de una caja de cartón.
Dos empleados de la limpieza lo hallaron con el cordón umbilical sin cortar


"QUIERO HABLAR CON EL ENCARGADO...."