Contraindicaciones de chocar
con un espejo
Y pensar que hace ya un buen tiempo que había dado esta pagina por acabada… y ahora por alguna extraña razón quiero volver al desquicio…
Hace dos días, estaba conversando con mi amiga victoria la existencia de un bar “alternativo”… entonces me comprometí a que ambas iríamos a aliviar nuestra curiosidad al otro día. Se quedó en mi casa esa noche, y silenciosamente me dije: Verónica, si te vas a arrepentir tiene que ser ahora. Eso nunca pasó, y al otro día a las cuatro de la tarde, como habíamos consignado, estábamos embarcándonos en esta tan extraña travesía. La micro ya iba en San Martín, y una especie cosquilleo atormentaba en mí estómago, como siempre que voy a hacer algo nuevo, pero siempre he intentado, por lo menos una vez, enfrentar mis temores. En el camino al reencuentro con mi pasado, una fuerte intuición correspondiente al mismo, me advirtió que seguramente me iba encontrar con alguien de mi liceo… el pensamiento no tuvo más desarrollo porque cuando no me di cuenta ya estábamos en frente de “aquel lugar”.
Compramos algunas papas fritas, una caja de cigarros para la Victoria, y partimos.
Fuera de la entrada, una rica diversidad de colores hizo que me avergonzara de no estar vestida de negro (¿se entendió el sarcasmo?). Expliqué mi sensación a mi amiga quien como era de suponerse aprovechó la misma para mortificarme, ya que ella sí iba vestida de negro. Unos responsables semiadultos se ocupaban de la entrada, como era de esperar, mi amiga tuvo problemas para ingresar al recinto, puesto que aún no cumple los dieciocho años. En mi caso no hubo ningún problema, ya que sólo tuve que mostrar mi pase de universitaria y me dejaron entrar sin más. Crucé la puerta y… (Recuerdan mi intuición) alguien me llamo la atención por la espalda, era una ex-compañera, a la que nombraré como… Silian,
- hola, que onda, ¿que anday haciendo aquí?-
- ¿no tení nada que contarme?-
Le respondo, que venia a tomar unas cervezas con una amiga celebrando el ya pasado día de la amistad.
Me mira con desconfianza, y me dice donde va a estar. Entonces me despedí de ella por si no la volvía a ver.
Victoria y yo subimos al segundo piso a una habitación con mesas, Victoria pregunto si acaso unas mesas en la esquina estaban ocupadas -no pasa no ma`- le respondieron. Entonces nos sentamos y comenzamos a beber. Las conversaciones ajenas que estábamos presenciando no pasaron desapercibidas para nosotras, la mayoría de los que estaban en la habitación, hasta ése momento, eran hombres. Una de las frases que más impacto me causó fue cuando uno dijo a otro :
– oye wachi, ta bien el alizao, o le falta un poco
Entre otros ,que se preocupaban del rubor en sus mejillas, el delineado de los ojos etc. Es en ese momento que comprendí el verdadero significado de la “diversidad”. Hasta para mi amiga fue fuerte el momento, considerando que ya había estado ahí. Ví una cara conocida, el amigo de otra amiga, yo ya sabia que era gay pero igual fue divertido verlo, también me encontré con un compañero de básica. Luego de varios millones de brindis (por el día de la amistad, porque era sábado, porque era tal hora, de tal año, de tal mes, por el local etc, etc., cuando se esta con una amiga y una cerveza sobran motivos para brindar) y de la muerte de la primera botella (un minuto de silencio por favor), decidimos bajar. Volví a ver a mi compañera, y conversamos un poco más, luego de un par de frases me sorprendió con la pregunta:
– ¿Tú no sabes verdad?
– no pu´ tu no sabí
Entonces me contó su vida en la búsqueda de su tendencia sexual.
Bueno, para que quede más claro. A Silian la conocí en mis años de liceo, aunque no nos juntábamos siempre, cuando nos veíamos, no nos faltaban motivos para conversar y así se convirtió en una gran amiga, que fue la que supo de mis confusiones en el plano sexual, mis vivencias sobre lo mismo, y otras cosas más que no van al caso.
Después de que me confeso su bisexualidad (más cercana al lesbianismo), me pregunto sobre la mía, a lo que le conteste que era heterosexual, y por supuesto, ella no me creyó. Luego de mucho hablar fue a bailar con una de sus amigas. Me quede conversando con su hermana gemela (se llamará...Erica) que por supuesto también era bisexual. Ella tampoco me creyó mi condición de “normal” como ella lo nombraba. Una chica que escuchaba, me sugirió que debiera probar con una mujer, yo no respondí. Erica fue a bailar con otro chico y yo fui a bailar un momento también.
La complejidad de aquel recinto era notable, chicos besándose con chicos y chicas con chicas, gente bailando en filas y de cuatro, y otros simulando tener sexo. Un instante en que Silian volvía del baño, me la encontré dentro del tumulto ,tome su mano y la invite a bailar , ella me contesto con una sonrisa, le dije que no podía contar que había estado en un bar gay si no bailaba con ella – lo mismo digo- contestó, mientras bailábamos, seguíamos conversando, yo no podía creer lo que ella me decía , y ella, tampoco , no reímos mucho, bailé también con su hermana, luego éramos tres: Erica, Victoria y yo. Fue una vivencia muy intensa, interesante y divertida
19:30 de la tarde, los niños menores de dieciocho años deben retirarse para no poner en problemas a los dueños del bar. Y además Victoria había dicho en su casa que estaría allá a las ocho y cuarto, así que hasta ahí llego la fiesta para mi. Pedí los celulares pertinentes (Silian y Erica). Regalé a Erica las papas fritas que había comprado y me despedí, con la promesa del reencuentro.
Hoy estoy cumpliendo la promesa que hice antes de la muerte de la primera cerveza (otro minuto de silencio por favor), que era inmortalizar esas horas en estas paginas, así que esta ,ya no la agregare en la lista ,porque ya está hecho.
No se que podrán sacar de esto, pero en fin, quería escribirlo, y por fin salió. Creo que si el destino ha hecho que mi conexión con ese par de encantadoras gemelas no termine, es señal de que esta amistad debe ser consolidada para que dure varios años más. Además, esto fue una certera forma de darme cuenta que mi intuición sigue tan o más precisa que antes, y eso merece que la escuche más seguido. Un punto para la intuición!!!
Y lo otro, esto me enseño que en algún momento de tu vida, el destino te encamina a cerrar un ciclo que dejaras abierto en el pasado y de esta forma prepararte para enfrentarlo y aprender a saber lo que realmente sientes, aunque creas ya saberlo, nunca esta demás arriesgarte para encontrar tu verdad, sin preocuparte de que tu visión de un vuelco total. En definitiva el ser humano está destinado a encontrar la verdad, su leyenda personal y a tratar que no haya nada inconcluso en esta. Esto, es como bien diría Coelho “librar un buen combate”
Terminado, ahora el titulo….
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