Preguntas
10 de septiembre de 2006

Cuando te propones un proyecto, automáticamente te vez sometido a dos opciones, un tanto lógicas por lo demás: hacerlo, o en definitiva, no hacerlo. La posibilidad entre ambas es incierta, la posibilidad de que alguna de ellas te corrompa es inevitable. Pero ¿que hacer cuando secretamente, en la mente del ser humano existe una tercera opción?. Exactamente, es la de empezar el proyecto y luego , dejarlo a medias , y seguir en la línea de tu incompleta y miserable vida, ya que por supuesto , como místicamente lo he creído, todas las decisiones que tomamos son el reflejo de nuestras vidas… pues bien, es eso lo que quiero evitar, ya que ahora mismo, afloran miles de ideas por mi cabeza, unas románticas, otras revolucionarias, y otras un tanto sarcásticas. Aún así nada está completo, ya que las ideas son meramente abstractas, y sólo es la esencia del ser humano la que les dan vida.
Un día cuando iba al liceo, hace más o menos dos años, me di cuenta de algo. Cuando subía al bus, e iba muy lleno, como es de esperar los estudiantes son los que “deben dar el asiento”, ya sea en la tarde, como en la mañana, simplemente los estudiantes no se cansan, total, están todo el día sentados en el colegio (reproduciendo alguna de las absurdas e ignorantes opiniones de entes que se hacen llamar adultos) y tantas otras excusas carentes de sentidos. Irónicamente, observé como, cuando se desocupaba uno, dos y hasta tres asientos, por más lleno que fuese el bus, nadie se sentaba, era como si una fuerte ola de buena educación estuviese consumiéndolos, y justamente en ese instante en que era más práctico, que alguien se sentase. Debo confesar que esa reacción me atrapó alguna vez. Como anécdota, puedo señalar alguna de las razones a que eso suceda: la primera, es contra quien tendrás que sentarte, observas su ropa, si va con jockey o buzo con líneas a los lados, ni pensarlo; quizás qué te puede hacer…, y luego resulta que exactamente el que estaba atrás de terno negro y maletín, era el degenerado del bus…otro descarte de compañero de asiento era alguien que pudiese estar borracho y otras miles de razones visuales. Otra podía ser la latente persecución de la opinión de los demás, esa absurda concepción de que si tú te sientas, y los demás no, eres una desconsiderada y sin respeto, es mejor caerse auque estés atosigada por todos los bultos que tienes que llevar para quizás que cosas, y que por supuesto, los afortunado que estaban sentados de antemano, no tuvieron la amabilidad de pedírtelos para ayudarte un poco.
Todos se miran esperando que alguien se siente, para que otros dos, ocupen con desesperación los otros dos asientos ya que no pueden más con los codazos y su dolor de espaldas. Pero no, no hay que sentarse…
Otra idea que pasaba por mi mente, fue cuando veía una película de terror. Una pregunta casi universal de todos lo espectadores, es: ¿Por qué cuando saben que están siendo perseguidos por un asesino, o un monstruo, se les ocurre esconderse o bajar a un oscuro sótano, o encerrarse en el baño? Respuesta personal, creo que mucha veces, por irreal que sea, una película es el reflejo de nuestra vida cotidiana. Todos hacemos cosas que no teníamos que hacer, queremos cambiar cosas de nuestro pasado, vamos por caminos que sabemos nos harán daño. Aun así sobrevivimos y aprendemos de todas estas “acciones en falso”. En el caso de la película, el/la protagonista generalmente sobrevive, y se queda con su novio/a, a pesar de que muchos de sus familiares mueren…
Entonces ¿qué más podría decir sobre ello?, esas ideas son cosas fijas que no tiene más explicaciones, sino en si mismas. Pero, escribir este libro es un proyecto, el primero de una lista interminable y que un día decidí empezar a trabajar.
Es diferente proponerse un proyecto, a proponerte generar el coraje para poder concretarlo, creo que esto ultimo es lo mas difícil, mientras estés en ello, siempre surgen inseguridades, es como vivir todas las emociones en un segundo. En mi caso, cada vez que escribo una palabra estoy recordando vivencias pasadas. Es cuando se debe ser más flemático, para que esa nostalgia no te atrape, ya que de lo contrario, terminaras por tachar un proyecto más que no finalizaste y por consiguiente, alimentaras tu frustración.
En definitiva es la duda, la peor cualidad del ser humano, la que generalmente irrumpe para ponernos contra nuestros sueños, los demás y por supuesto, nosotros mismos.
En realidad se vive un constante ir y venir entre pensar en la incertidumbre del porqué no intentarlo, y el miedo ha fracasar en el camino. Si se piensa objetivamente en estas dos opciones, poco y nada tienen de diferencia al ser abordadas. Sin embargo es una clara muestras de que como siempre se presentan elecciones en nuestra vida, a la orden del día, no nos damos cuanta de cómo una pequeña mirada que sale del currículo de nuestra rutina puede cambiarlo todo.
En lo personal creo que cuando una oportunidad se nos presenta, se debe mirarla a los ojos , pero de igual manera hay que darse le tiempo de mirar hacia los lados …