Hacía ya un año
las circunstancias triviales
tejían coincidencias, marcaban el paso.
Hacía ya un año,
tus ojos me eran ajenos,
la música más vacía
y los cuentos más viejos...
Hacía ya un año,
nunca la historia esperó
tales eventos fortuitos, inesperados
hacía ya un año,
mi insconciente no se imaginó
remontar con la memoria emotiva
la cruda sensación en el pecho
la mismísima bilis de la pena
transversal, opiácea, triste condena.
Hacía ya un año.
mis manos estaban tranquilas,
mi mente liberada
y mi alma elevada, feliz.
Hacía ya un año,
que mis ojos malogrados
veían la luz de la luna
con agrado, con sutileza
con emociones celestes,
risas neutrales y miradas quijotezcas.
Hacía ya un año
que no conocía el significado de las flores,
que las pinturas nunca tuvieron otro motivo,
que mi temática en la prosa
evitaba con ahínco hablar de amor
y de esta manera, hace un año
mi pecho no me suplicaba
mis ojos no se estremecían,
hacía ya un año
todo era distinto... nunca hubo temor.
Hacía un año
no tuve el tiempo de sentir plenitud,
de sentarme una tarde con mis pensamientos
ocupados y pendientes de esa figura...
mis ojos volteados intentando observar
cualquier rastro imaginario de realidad
cualquier pedacito de recuerdos,
que dejara mi mente volar.
una fotografía fugitiva,
un par de notas del piano,
una historia más de vida,
un nombre, un sitio, una canción...
Hacía un año, sin embargo
no tenía cuerdas en mis manos,
mis ojos veían con claridad
y las sensaciones no me ardían en el pecho.
Hacía un año, no obstante
no soñaba inocente con otra realidad
no dejaba de mirar la hora
para verte, y tal cual aprendiz
lo hizo suyo, el tiempo
y desde hacía ya un año,
ya nada es igual... |