Son aires suaves de pubertad encajonan juegos de la niñez y; errantes y tercos por pasión mueren, y nacen con cada sol. Son tierra firme por deshelar sensibles hormonas a flor de piel. Desbocadas emociones sin el bozal amores, enojos, timidez, libertad. Torrente sin pausas por apurar huella buscando su propio andar. Son mil miradas en desnudez, Vergüenzas locas por un crecer. Semilla que duele su germinar Madura el humano que va a nacer muere el niño que quedará. La adolescencia será recuerdo que el hombre no olvidará.
Texto agregado el 05-01-2007, y leído por 621 visitantes. (17 votos)