La espalda angosta. Angostada.
Los hombros cerrados. Nuca torcida, mueca oblicua.
Mala boca, mal presagio, maldito don maldito.
De saber cada horrenda traición con anticipo
y permitirla como siempre
para no desconfiar
para hacer el ridículo bien hecho
aumentando la burla, todas, tu burla tonta
(que de mala no te alcanza)
mi burla más tonta. La peor y ni eso,
no gano ni de más malo.
(que de inteligente no queda un ápice,
de bueno ni la máscara, de vivo ni una facción
y de crédulo ni un asomo de fe gastada)
Me caigo de bruces y quedo desplomado.
Quedo, por años siderales.
¡Baboso! (por lo de siderales, me exclamo).
En fin, un par de semanas que se hacen largas.
Y no te quiero. Te quise.
El deseo se esfuma
con las brutas convulsiones de negado
la espuma de la perdición
de quien no quiere devolverse
al mundo de las teleseries al que fue arrojado
cuando niño, inmediatamente después
de escupido, escapado de la madre,
caído sorprendido en esta tierra
de los asquerosos montajes,
del circo, la política, la iglesia.
Tierra podrida por la fuerza inmunda
del progreso.
Ja.
Del frenesí del dólar, el euro, el carro,
si, el puto auto, automóvil, entiéndeme bien que no hay metáfora.
No te pongas imbécil, déjame al menos eso para mi.
Tú eres la misma que ayer, la misma que mañana.
Y con eso no digo que seas mi amor desde siempre.
Digo que todas las tontonas son iguales.
Superficiales, lentas, pegajosas,
calientes, ricas, suaves y aromáticas.
Finas y delicadas. Exquisitas cuando quieren.
Todas se han metido en mis sueños.
No todas me han metido mano
y dado vueltas a mis entrañas con el puño.
Da lo mismo, todas acaban apartándome
cuando no me hace efecto el tratamiento
después de cierto tiempo "adecuado"
según quién lo esté aplicando.
Y bueno, todos los ilusos seudolibertarios,
mugrientas excusas del anarquismo barato,
acabamos dando vueltas en el fango y escribiendo
frases baratas para que las lea finalmente alguna Mujer.
Mujer-Mujer.
Como la que buscamos toda la vida hambrientos de verdades...
para terminar fijándonos siempre en alguna otra tontona
en vez de concentrarnos
en por fin cruzarnos de frente con una de verdad.
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