Te quiero
con la calma de los mares
con la calidez del hielo
con el limite del cielo
Te necesito
como al expirar del dia
a la mañana mas fria
como a la estrella que guía
la naturaleza hirviente
como al lucero que enciende
como a la estrella que apaga
como al rocio mas tierno
que llega en la madrugada
Tu voz arrepentida
gira en torno a mi locura
tu calidez arrojada
mide el largo de mis venas
y en mis entrañas, como gotas de rocio guardo tus besos
Besos eternos, irrepetibles,
hechos de niebla y telaraña
Texto agregado el 04-01-2007, y leído por 227
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