Anoche volví a besarte,
a pesar de no hallarte conmigo.
La precisión de tu imagen en mi mente alimentaba mis ganas de tí, de tu
piel.
Te perdí, ganando con ello la eternidad de un cuerpo, siempre joven a pesar
de los años. Gané lo que otros perderán a tu lado, perdí lo que otro ganó...
Anoche volví a besarte,
y amanecí odiando la vida, el despertar, el mismo sol que un día encaré a tu
lado.
La violencia de la luz que marcaba tu partida mató la imagen, pero no mis
ganas.
Te fuiste, dejando mi cuerpo calcinado entre las sábanas...
Y no hallé más besos que volvían en la noche
cuando el pesar era en mí,
un contigo que la piel no resignaba.
Perdiendo en la imagen que varias lunas
iluminó tu rostro, frente a mis ojos,
gané en el reflejo recuerdo, que hoy me alimenta las ganas de ti.
Volviste anoche para que te bese entre las sábanas,
calcinando mi cuerpo en la mañana,
al despertar con tu luz que marchaba...
Unos sueños vividos a doble cara, la de Suymel y la de el_otro_lado
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