los atomos son como estrellas en la noche,
cada uno en su sitio correspondiente,
ilumnado la eterna velada romantica de dios y Maria; pero pueden tambien,
alistarse bajo las ordenes de una conciencia superior, cualquiera sea, a ellos,
igual que una tropa de soldados,
y dirigir sus fuerzas en el mismo sentido hacia el mismo lugar, y explotar alli, digamos, de una.
la guerra es como una reaccion en cadena bajo las ordenes, de, como minimo, dos diferentes conciencias que se oponen, rabiosas,
sedientas de justicia, etcetera.
un peloton de soldados es como una cadena de atomos desfilando hacia el mismo objetivo.
una reaccion en cadena.
pero el deseo primero de la verdadera mente que invento todo y el de su Señora,
es que cada elemento se mantenga en su sitio, iluminando con su energia vital la vida,
tan solo eso y nada mas que eso.
imagino que si dios fuese el mediador de un conflicto belico, primeramente,
pienso que de ningun modo posible,
repararia en los motivos del problema que originaron la guerra, sino mas bien,
solicitaria primero y antes que nada,
un cese definitivo y por siempre de las hostilidades, y un volver cada uno a su sitio.
sabido es que los hombres imitamos,
naturalmente, a nuestro padre creador,
y en algun momento, tal vez transgresivos,
damos con algunas clave de sus secretos mas importantes.
muchas veces les damos,
ordenes a esos pobres atomos,
para cosas muy diferentes a una cirujia estetica.
yo digo siempre que a los pensamientos que estan en la mente hay que contestarles algo, acompañarlos de una conciencia inventada,
pero conciencia al fin, que corra paralela,
como un reportero lo haria con una personalidad interesante, y que le invada parte del espacio con sus requerimientos.
debera el periodista, si no cabe otro remedio,
tomar el mando de la situacion,
si por tal caso, el reporteado callera de cara desmallado contra el microfono,
el debera de asumir la culpa y hacerce cargo del destino que continuara.

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