Allá voy:
Hace tiempo que deseo escribirte estas líneas con la intención de decirte lo que pienso de una vez por todas.
Hemos estado intentando avanzar en nuestra relación de amistad y sin embargo no vamos a ningún lado. A pesar de que siempre hemos querido terminar llevándonos bien o como amigos, siempre ocurre lo contrario, o que no nos llevamos bien o que no terminamos como amigos.
Quiero explicarme y decirte que prefiero que no me digas ciertas cosas dando por sentado que, como ya no estamos juntos, no me van a hacer daño, y que me las puedes soltar por el hecho de que sea tu amiga y deba escuchar todos tus problemas. No quiero que me digas lo que te dolía cuando no lo hiciste en el momento que tenías que hacerlo. Y no quiero que por ello volvamos a discutir ahora, hace ya mucho tiempo y muchas veces que hemos hablado de las mismas cosas sin encontrar una solución que zanjara la disputa.
Tampoco quiero que por el cariño que nos tenemos, terminemos en la cama siempre que nos vemos y que al día siguiente nos arrepintamos de lo que hemos hecho, diciendo que está mal y que ha sido la última vez. Y tampoco quiero que pensemos que el habernos acostado significa que la puerta vuelve a abrirse, que el amor vuelve a unirnos y que esta vez es la definitiva, que ya no va a haber nada que nos separe. Porque los dos sabemos que cuando se abre esa puerta, además de la esperanza, entran los recuerdos, buenos y malos, y el rencor. Es el primero que pasa cuando alguien llama a nuestra puerta.
Por eso he decidido marcharme lejos de ti, porque no puedo estar cerca, porque, aunque me duela horrores el hecho de no verte, duele mas verte y no poder besarte. Hace tiempo que debía haber tomado esta decisión, pero ya ves, siempre he sido un poco cobarde a la hora de cambiar cualquier aspecto de mi vida, y más si se trataba de ti, mi amor.
Sabes que siempre hubiera preferido mantener tu amistad porque tu eras mi cómplice, mi confesor, mi amigo, mi amante, tu eres un pedacito bastante grande de mi corazón, por no decir que te has apoderado de él. Sabes que te echo de menos cada minuto que pasa, que el viento hace mucho que no sopla a favor, que las olas del mar ya no me traen tu recuerdo sino tu dolor, solo te veo cómo te alejas, ya no veo tu sonrisa, casi la he olvidado, empiezo a olvidar tus abrazos, el pasear juntos de la mano, que me besaras en la mejilla y me dijeras que todo iba a salir bien. Me sigue gustando pasear por el parque, pero ahora paseo sola, entre hojas caídas. Este parque es gris, el color de mi vida se fue contigo. Las noches son frías, muy frías, no importa que el clima por estos lares sea mas caluroso que allí, en mi interior hace tiempo que es invierno. Y el día se me hace eterno, a pesar que el hombre del tiempo diga que hace sol, yo solo siento lluvia, y solo pienso en desaparecer de este mundo, ocultarme bajo una burbuja de amor, como el que tu me diste, y permanecer allí hasta que un día tú me despiertes, y me abraces, y me vuelvas a sonreír, y todo el rencor, odio, amor, cariño y amistad desaparezca, que empecemos de nuevo, teniendo una extraña sensación de que nos conocemos pero no sabemos de que, que nos hemos visto en otro sitio pero no sabemos ni donde ni cuando.
Quiero que sepas que donde estoy siempre estarás conmigo, Quizás dentro de un tiempo, espero que breve, sólo serás un recuerdo, pero como ocurre siempre con los recuerdos, queden sólo los buenos, y que mis lágrimas no vuelvan a empañar mis ojos ni a borrar la tinta de esta carta. Deséame suerte. Te quiero. |