Desde algún tiempo atrás... vi un eslogan en la tele de un producto comercial.
Decía: lo importante es no ser del montón sino ser del Monte, (la marca comercial)
Pues lo tomé como mi propio eslogan, siempre me digo no soy del montón, me gusta ser del Monte, o sea original, no me gusta parecerme a nadie, ni envidio a nadie, solo admiro a las personas en su estilo e inteligencia humana..
Me gusta contemplar la naturaleza en su esplendor..
Las plantas, los árboles, las mariposas, los pájaros, sentir el calor del sol, la luz de una hermosa luna, sentir la brisa acariciar mi rostro..
Apreciar una pintura de Van Gogh o una de Requena en el boulevard, y la Cordillera Andina, de Grandón…
Escuchar una melodía de Johon Sebastián Bach, Monzzart o talvez Silvio, Pablo, Alí, Cigala, Cortez, Miguel Bose, Ricardo, Chayanne, un Perales.. un Jazz del más famoso y siempre recordado músico incomparable. Louis Amstrong.
Leer una carta de Gibran Khalil Gibran a su amada. los pensamientos de Gandhi…
Pues me encanta la “esencia” misma de las cosas.
La ternura de una mirada, la suavidad de unas manos, la dulzura de un beso que, te marca para siempre el lugar y el momento, el fuego que te produce en tu cuerpo, el abrazo fuerte que expresa el amor interno, hasta un mordisco que, te expresa el deseo de comerte a besos-mordisco..
Un orgasmo producido por tan solo mirar al rostro del ser amado, por un susurro suyo, una palabra obscena que, le sale del alma..
Un regalo tierno. Un snupi, ese que lo deseabas, pero él quería regalarte un oso panda, en una máquina traga níquel, lucha por conseguirlo y la máquina se burla de él... yo me rió a carcajadas. Él se molesta y sigue. Yo quería mi snupi, pero no digo nada, sólo lo pienso y de repente; el brazo toma el snupi. Yo grito a viva voz... todos los clientes presentes voltean a ver que pasaba, y él dice: dejo de llamarme por mi nombre si no te regalo ese osito…
Yo estaba anonadada porque yo no le había dicho nada, sólo lo pense que lindo es lo quiero. Que pasó, no se…
Pero él insiste y al fin sale el osito panda que, tanto le gusta, un día me escribió un poema sobre el osito panda… estas son los momentos esenciales de la vida, que de veras hace que tenga sentido vivirla…
Hoy miro a mi osito, a mi snupi y me llena de mucha alegría; pues han sido los regalos de navidad más hermosos que he recibido; expresan la ternura en su esencia…
No podré dejar de nombrar el amor de mis seres queridos. Mis hijos indudablemente…
Hay quienes han vivido mucho, talvez demasiado y no han podido saborear el elixir del amor y nunca sabrán jamás que es, eso que te llena, te da la vida misma. Como el valorar, el calor del sol en su espalda; porque viven un mundo fantasioso, trivial y vacío, les llenan por momentos, dando paso al abismo de la soledad…
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