Tirano con nosotros es el tiempo
que solemne pasa lento
cuando queremos presteza
y cruza raudo y febril
cuando nos place una pausa.

Tirana es la noche que,
con su ojo tuerto, nos ciega
y nos obliga al reposo,
muerte cotidiana que
sólo despeja el alba.

Tiranos son los acreedores
que roban descanso y aliento
con sus facturas aviesas
que son como los pecados
que se pagan con oraciones.

Tiranos son tus dulces besos
que me anclan a tu recuerdo,
tiranas son tus caricias
y tirana tu piel de seda
que se me pega a los dedos.

Tirana es la vida misma
que nos niega la alegría
cuando tiempo es lo que nos sobra
y cuando al fin catamos sus oros
viene la otra tirana, la más cruel
y nos quita, impía, el aliento…