Tengo una necesidad tremenda ...


Tengo una necesidad tremenda
de recorrerte con mis manos,
de mirar a través de tus ojos,
de acariciar tu pelo, tu rostro,
de escuchar juntos el silencio .

Tengo una necesidad tremenda
de encontrarte una mañana
(o mejor aún, antes de que amanezca)
para compartir el inicio de un día
después de haber despertado en ti.

Tengo una necesidad tremenda
de compartir una calle
de invierno, de verano, de otoño,
de día lunes o día jueves...
simplemente caminando.

Tengo una necesidad tremenda
de conversarte y de no conversarte,
de vivirte y de no vivirte...
de inventar palabras sin sentido
que me lleven a ti:
sonriendo junto a mis tristezas
pensando ensimismado,
buscando compañía en mis soledades,
haciendo de esta necesidad,
un sueño posible de alcanzar...