Siempre habrá un sol de sol saliente después del sol, de ocaso ardiente. No habría vidas sin las muertes tampoco desgracias sin las suertes. No tendríamos lo dulce sin lo salado No habría perdón, sin un pecado No hubiera locos de no haber cuerdos Ni hubiera olvidos sin los recuerdos. Por eso yo. Yo sé lo que es amarte Sé lo que es tenerte. Yo que aprendí lo que es perderte.-
Texto agregado el 03-01-2007, y leído por 445 visitantes. (25 votos)