Esos días serían inolvidables con el tiempo; esos grandes momentos habrían quedado grabados en la memoria para siempre ya que había sido una ocasión especial para ambos. Sandra y Ramiro se encontraban en su mejor momento de su noviazgo y estaban decididos a empezar juntos un proyecto para su vida.
Sandra era una jovencita recién recibida de sus estudios y había conseguido en muy poco tiempo un trabajo que le permitía solventar sus gastos de sobre vivencia.
Ramiro; que muchos años no le llevaba a Sandra; era coordinador central del trabajo donde Sandra se encontraba actualmente.
La relación de ambos comenzó con formalismo y respeto mutuo. Mas tarde fueron dando a torcer el brazo los dos por lo que se comenzó con una amistad muy fructífera.
Sandra veía en Ramiro al hermano mayor que nunca tuvo, en cambio, Ramiro veía en Sandra a una simpática y atractiva joven; que poco a poco lo iba cautivando con su voz, sus ojos, su cara, su cuerpo… “ella era única”.
Hasta entonces, ella seguía con una gran amistad, pero de repente un día el Dr. Amor tocó a la puerta de su corazón y Sandra le abrió.
La relación de noviazgo de Sandra y Ramiro era como la de cualquier pareja, aunque se distinguían en algo muy particular: las miradas entre los dos y la forma de hablar romántica…
La pareja tenía peleas y reconciliaciones. Si se peleaban por un problema, al instante se arreglaban e iban a disfrutar de una noche romántica. Era la mejor época que llevaban viviendo juntos ambos.
Sucedió que una vez por error hubo un mal entendido y no lo aclararon. Siguió pasando el tiempo, los días; los meses y aún así seguía este mal entendido entre ambos por lo que causaba problemas y dificultades.
No había solución alguna para todas las discusiones que se iban generando día a día… Cada vez eran más fuertes y violentas; en vez de cariños y alegrías tenían desconfianzas; frialdad e indiferencia mutua. La pareja se quebraba de a pedazos y el fantasma de los celos y del desamor había tocado la puerta a sus corazones hacía ya bastante tiempo…
Ambos lo habían dejado entrar. Se tenían recelo mutuo y vivían de mal humor. Es por eso que el “Dr. Amor “ había desaparecido hacía ya bastante tiempo.
Lo que resolvió Ramiro para cortar este mal trago fue irse de “ese infierno”; es decir; de su antigua casa y conseguir una vida y así una nueva casa.
Así; tomó sus cosas y sin rumbo alguno; se fue para poder entrar en razón.
Fue cuando Ramiro salió por la puerta, que Sandra compendió lo que iba a pasar y el corazón se le partió en dos.
Pasaron los meses y ninguno tuvo noticias del otro. Hasta que un cierto día de otoño en que las hojas caían con el aire frío del viento; sonó el timbre en la casa de Sandra. Ella atendió sin voluntad alguna cuando de pronto lo vio a Ramiro frente suyo. A la joven le volvieron los ánimos, pero no daba palabra alguna.
Estuvieron al menos cinco minutos mirándose los ojos firmemente los dos. Luego de un largo e interminable momento dieron a hablar en conjunto. Curiosidad que fue la misma palabra “te amo” “lo siento”. Y se abrazaron como nunca lo habían hecho, luego de un gran beso atrapante.
La bola de malentendidos lo dejaron en el pasado al igual que sus celos y la desconfianza.
Ahora volvía a vivir en ambos corazones el Dr. Amor y esta vez no lo dejarían marcharse más.
FIN