Té limón, en las mañanas, para pasar tú ausencia
Té tila, para los nervios, que me ocasiona la falta de tú presencia y por si las dudas de que al día siguiente tenga que dormir.
Té canela, para darle sabor al gusto en una tarde fría mientras escoges la película y me recuesto junto a tú cuerpo.
Té de manzanilla, para aclarar las ideas, de un disgusto que no tiene nada de medicinal.
Té negro, para el peso que se va sin el rebote de las fiestas de diciembre.
Té de sabor a frutas por si te aburres,
Té de azar, para las noches que no me dejan dormir tus viajes, por si los nervios
Té verde, por que el negro ya no me hace efecto sin ti.
Té de naranjo, por si viajo
Té hierva buena, para el aliento en las madrugadas del despecho.
Pero hay un TE que no has podido escuchar de estos labios y que son para ti:
Te deseo, no solo a ti si no también a tu cuerpo,
te quiero y a veces cuando el té ya ha hecho efecto.
Te amo, dormidos de noche antes de que la fiesta del té comience de nuevo
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