Esta es la historia de un ratón muy guasón,
Pérez por nombre apodado,
Que dejaba una moneda
Bajo la almohada con cuidado,
A los niños que sus dientes dejaban
Cuando caían en los sueños alados...
Al ratón Pérez, siempre con ilusión,
Monedas a tal fin no le faltaban,
Y los niños por la mañana
Al despertar rebuscaban
La moneda plateada y llana,
Dejada bajo la almohada;
Pero un día Pérez el ratón
Notó que algo iba mal,
Los dientes que recogía con cuidado
Eran piños de leche
¡ Pero estaban todos picados!
¿ Porqué motivo? ¡ Diantres!
Era culpa de las chucherías,
Tanto azúcar y glaseado,
¡ golosinas por doquier!
Que los dientes dejaban destrozados;
El ratón Pérez cabreose:
¡ No regalo más monedas, roer!
A partir de aquel día, sin aviso y de repente,
Bajo las infantiles almohadas
¡ dejaba cepillos de dientes!
Mamás, papás, niños y niñas
No compréis, no comáis tantas chucherías...
Mas no le hicieron caso.
Pérez el ratón muchas monedas ahorró,
Y al poco tiempo
Una clínica dental ábrió,
Ahora el ratón luce cochazo
Casa en la playa
Y una mansión que es el molamazo;
Y piensa el ratón Pérez:
Los papás callan a niños y a niñas
Con una y mil golosinas,
Que poca razón y aún menos ciencia,
Y yo mientras, engordando mi cartera
¡ con empastes, ortodoncias y endodoncias!
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