Y, ¿por qué soñarte?
Si en tu presencia vago.
No retengo más el perfumado aliento,
ni la sombra inconstante
de tu corazón febril e ingrato.
¿Por qué soñar?
La luz dolorosa se ha marchado.
Dejó nebulosas estelas de odio,
y oscuras columnas de desprecio renovado.
Soñar y morir de ansiedad a un tiempo,
Pues un adiós no ha sido suficiente:
Ni borrarte de mi memoria pude
Ni atraparte al fin en un infinito sueño…
Si esos pasos que se alejan fueron
parte del más brillante de los sueños,
si esas imágenes que recuerdos dieron
Todo es vanidad al fin y al cabo…
De ese pasado no quedan dueños.
Texto agregado el 31-12-2006, y leído por 114
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Lectores Opinan
31-12-2006
Hola, la verdad no me entra la poesia, pero en tu biografia vi que haces cuentos, voy a leer alguno de tus cuentos. Cannelo
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