Espejos de agua, cambian su imagen,
en ellos aparecen lagrimas y no su sonrisa.
Un espejo del alma, hecho en la laguna,
donde nace y muere la triste luna.
Ahí se baña una triste hada, esperando verse sonreír,
pero llora sin saber que es así.
Un espejo de agua, donde se hunden sus alas
y refleja luces,
donde se ahogan las perlas de plata,
donde se pierde el color.
Un espejo perfecto de su obscuro corazón,
donde llora y no se ve su mascara,
donde nada con prisa,
donde muere su risa.
Un espejo de agua.
Un espejo de agua donde se hunde la vida,
donde hay mil Ofelias escondidas,
un espejo brillante, de lagrimas dulces.
Un hada hundida, que nada con brazos atados,
sin sirenas que canten,
con rojas perlas ocultas en las algas.
Un espejo desde adentro, con un mundo al revés
donde no se lloran lagrimas sino risas,
donde el aire se puede beber,
donde sonríes cuando duele
donde te engañas, donde callas y nunca hablas.
Dentro de un espejo recubierto de mascaras, de soles muertos
y sombras burlonas.
Ahí se baña un hada, otra Ofelia,
otra niña dormida.
Mentes de agua, donde se baña la triste Ofelia.
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