Vista desde atrás,
solo se veían las islas del fondo.
Las 4 estaciones navegando.
Tu solo.
Mirando tu reflejo en un vaso
vaciarse
Yo. Sola
Contándole coplas a los peces enloquecidos.
No conozco cuan rápidas son tus miradas, ni si en la noche te despliegas como pájaro de universo.
Tu no me has visto aún detrás de las siembras,
pero puedes sentir cuan fuerte se reparte el trigo por mis manos.
Me siento como si hubiese encontrado la plaza del polo.
Nunca volveré a vaciar golondrinas,
No volveré a cortar los ritmos en 4 trozos perfectos.
Por que perfectos son los silencios. Y nada más.
No debemos temerle al concierto de los barcos,
la soledad es a veces eclipse en nuestra propia carne.

Tu seguirás llorando en tu mortal tierra,
yo sembraré hasta encontrarme con tu hormiga favorita,
Le daré mi mano amatista
Le entregaré un rebaño de reyes.
Le pediré que escupa tu corazón con mis besos

Es la noche antípoda.
El boceto que pierdo en la montaña cada vez que te pienso.
El sueño de un viento triste.

Precipitado. Tartamudo.
Con los ojos en forma de pirámide.
Algún día encadenaremos nuestras batallas,
las haremos suaves como motas de maíz
Que ni los pétalos pasados se hieran,
Asesinos, infinitos,
amarrados a la sonrisa del ciprés.

Cuando cuente diez
treparemos las cataratas.