Primero el ruido de la noche,
entre luces no deseadas,
que rompían a destellos los secretos
a cada paso que avanzaba.
La ruta casi como un hilo
entre sombras dibujada ,
anudando todos los miedos
haciendo lejanía las distancias.
Después tú y tus ojos
retrasando citas concertadas ,
dibujando la sonrisa más cómplice
para que la mía te perdonara.
Lejos , casi en el infinito
un rincón que no soñabas ,
donde las sombras son solo eso,
y no se vuelven fantasmas.
Silencio de la noche en penumbras
rumores que traía el agua,
y entre silencios y rumores
tu voz acariciando las canas.
Solos, pero mas que la soledad
era el mundo real que no estaba,
y era ese mundo tan nuestro
que los corazones inventaban .
Las manos como mensajeras
de lo que la mente callaba,
fueron hablando solas
el lenguaje de pieles erizadas .
Tu, las estrellas, las sombras
la soledad ,el silencio y el agua,
demasiado para compartir
cuando el tiempo no alcanza.
El duende de las simples cosas
apoyó en tu regazo mi nostalgia,
enredó tus manos en mis cabellos
Para que nunca las olvidara.
El duende de las cosas complejas
rozó labios de bocas cerradas,
y murieron mil palabras sin nacer
y nacieron mil en una mirada.
Caminar sin ver los caminos
abrazarse sin culpas de nada
sentir y contener y los deseos
soñar y no tener mañanas.
Como el hueco de la mano
es el espacio que la vida regala,
pequeño ,suave , solidario....
pero en él .... se apoya tu cara.
Esa noche , en un rincón perdido
fue el hogar sublime de la calma,
fue el himno a la paz y a la vida,
fue el retoño dulce de la esperanza.
Seamos por siempre amigos...
Para eso .......la vida nos alcanza.
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