Es fácil mirar a los ojos a quienes siempre creíste que estarían junto a ti, es fácil regalar una sonrisa a quienes dicen llamarse tus amigos, pero es difícil darse cuenta que cada risa, cada paso, cada mirada a sido solo una mentira.
Mi corazón llora devastado por la traición, confundido por los ojos de esos sucios mentirosos que se dicen ser mis amigos ¿a quien debo creer? Mi alma busca mi cuerpo en un vano intento de saber quien soy y mis ojos se quedan mirando las sobras que quedan, un cuerpo inerte devastado por el dolor. Aunque una lágrima caiga del nublado día, no será lo mismo llorar sin corazón para vivir. Pero ¿a quien trato de engañar? , siempre supe que en sus ojos no existía mas que envidia. Ya lo sé, es la rabia escribiendo una pena que no puedo llorar, porque al mismo tiempo siento culpable de lo que mi cabeza piensa. Es fácil mentir cuando te miran a los ojos, cuando nadie busca en tu corazón, pero solo consigues encañarte a ti mismo de una mentira que ya ha quitado tanto de ti que solo quedan lagrimas que nunca lloraras, el dolor es muy fuerte y la rabia peor.