...Por lo otro, qué decir?
Que gracias por existir.
Pero desde esta lejanía
que mi alma tanto habita,
ya no hay ojos para mi.
Ni palabras que recuerden
lo dulce de vivir...
Sólo aire que me obliga a estar aquí.
Respiro... cierro mis ojos... y respiro...
dentro de mis párpados
ya nada existe.
Nada para vivir...
Una mano me acaricia el corazón,
y le pido con mi frágil aliento,
con la timidez de la luna,
una cuna para mi alma...
un rincón para morir.
Texto agregado el 27-12-2006, y leído por 437
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Lectores Opinan
03-03-2008
sería bonita para un solo de violonchelo :) sagita
06-01-2007
Cuanta tristeza! A veces deseamos sólo eso, un rincón para morir. Tus versos son delicados y bellos. Espero que pronto tengas ganas de vivir de nuevo! loretopaz
29-12-2006
Que letras tan tristes, espero que cuando pase el tiempo y poco a poco cambien***** eslavida