Y aquí estoy de nuevo enredándome contigo,
sin saber lo que yo misma persigo,
haciendo pausas entre la provocación
de sentir que la equivocada soy yo,
partiendo desde tus ojos
hasta el resto de tu cuerpo,
como haces temblar mi alma
enseñándome a desear el cielo.
Cambias el escenario con facilidad
y aún no estoy ni cerca de sentirme perdida,
por que en tu sombra ya no siento heridas
sólo la sal que escuese mi excitación,
sólo trozos de un corazón mojado de lluvia,
armada de soledades infinitas y turbias
con los recuerdos de nuestra pasión.
(CAST - 2006)
Texto agregado el 27-12-2006, y leído por 118
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