Hay un hombre sentado apoyado en la pared con una vieja guitarra y largas barbas blancas. No tiene nada solo música en sus manos solo toca, solo canta con acordes da su alma. Lo observo hechizado; si lo miras sin los ojos te devuelve con la vida siempre sin palabras Un par de monedas reposan en la funda de su viejo instrumento pero no busca dinero. Con su música consigue transportarme a otro lugar donde nadie pide nada y donde todos todo dan. Pocos lo comprenden lo se y el lo sabe pero no importa, comparte el corazón con quien no entiende...
Texto agregado el 27-12-2006, y leído por 332 visitantes. (6 votos)